UN PASTOR EN APRIETOS: LA PÉRDIDA

DE LA PASIÓN POR DIOS

Prof. Abner B. Bartolo H.

 

INTRODUCCIÓN

 

¿Qué pensarían de un panadero que se avergüenza de su pan? ¿Qué pensarían de un futbolista que renuncia jugar por su selección? ¿Qué pensarían de un pastor evangélico que se avergüenza del ministerio? ¿Cómo reaccionarías si eres amonestado por un pastor supervisor?

En esta ocasión reflexionaré en la luz de la experiencia del pastor Timoteo y las palabras del apóstol Pablo en 2 Timoteo 1:3-18. Allí Pablo confronta a Timoteo y le anima a seguir en el ministerio.

 

1. PABLO RECUERDA LA PASIÓN DE TIMOTEO (2 Timoteo 1:3-5)

 

            El apóstol Pablo informa que ora por su discípulo en la fe. El apóstol es un hombre de oración. Esa es una característica que no debe faltar en el pastor evangélico. Se requiere orar por sí mismo, por la familia, por la iglesia, por la sociedad, y por los discípulos, por los líderes de la iglesia y aprendices. Hoy los que menos oran son los pastores y allí una de las razones del fracaso de los pastores y de las iglesias.

            Por otro lado, Pablo recuerda la “fe no fingida” de Timoteo. Primero reconoce esa fe en la madre y abuela de Timoteo, y recalca que también habita en él. Con esto Pablo trae a memoria los años de verdadera fe, seguridad de salvación, entusiasmo por aprender las doctrinas, la pasión por Dios y ganar almas, la disposición a sufrir a causa del evangelio.

            Esa es la fe no fingida con que la mayoría de los cristianos inician su vida cristiana. Casi todos los pastores inician con esa fe. Todos iniciaron con esa pasión por Dios y el evangelio. Esoes lo que se llama “el primer amor”. Y en esta ocasión es bueno recordar esos buenos tiempos. Les invito a recordar sus primeros años de estudios de la Palabra y su vida ministerial.

            Ahora observaremos la situación del pastor Timoteo.

 

2. PABLO PIDE QUE TIMOTEO AVIVE EL DON (2 Timoteo 1:6-7)

 

            Se debe recordar que para cuando Pablo escribe esta epístola Timoteo era pastor de la iglesia de Éfeso. A él Pablo le aconseja que avive el fuego del don que recibió. Para entender el pedido paulino se requiere entender la figura de fuego. Para cocinar con leña es necesario la presencia de fuego, pero ¿qué pasa si se le deja de atizar o soplar para avivar el fuego? La respuesta es que se apaga el fuego, se apaga el carbón. Lo mismo, sino avivamos el fuego del don seremos como carbón apagado. Al parecer Pablo dice que Timoteo bajó su pasión por Dios o el fuego del don no está con llamas altas. Esa misma realidad se observa en muchos pastores en la actualidad.

            En ese contexto se debe considerar la declaración: “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía”. ¿Por qué diría eso el apóstol? Es verdad que muchos cristianos del tiempo del apóstol tenían temor o se avergonzaban de su fe. Y para animarlos dice que Dios nos ha dado “poder, amor y dominio propio”. Sin embargo, el contexto del pasaje parece sugerir que el pastor Timoteo tenía temor, y eso se debía a que menguó el fuego del don. En el año 2019, ¿creen que existan pastores que temen predicar el verdadero mensaje de Dios? ¿Habrá pastores que temen quedarse sin miembros si es que predican contra todo pecado de la iglesia y el mundo?

 

3. PABLO INVITA A TIMOTEO A NO AVERGONZARSE (2 Timoteo 1:8-14)

 

            Pablo le dice a Timoteo: “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor”. ¿Timoteo se estaba avergonzando de predicar? El mismo versículo 8 continúa diciendo: “sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”. Había un temor a las aflicciones. El apóstol fue fiel a su llamado a pesar de las muchas aflicciones que sufrió, y confiesa: “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (v. 12).

            Las persecuciones, las críticas, los sufrimientos, etc., hace que muchos siervos de Dios dejen de anunciar el evangelio. Hace que muchos tengan “cobardía”, que a muchos se les esté apagando el fuego del don, que muchos desistan de predicar ciertos temas a la feligresía. Sin embargo, se debe recordar las palabras del apóstol: “Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y en amor que es en Cristo Jesús.  Guarda el buen depósito del Espíritu Santo que mora en nosotros”  (vv. 13-14).

 

4. PABLO CONFIESA QUE FUE ABANDONADO (2 Timoteo 1:15-18)

 

            El apóstol confiesa que algunos colaboradores, nosotros diríamos pastores, abandonaron a Pablo y a la misión de predicar el evangelio (v. 15). Muchos cedieron a la presión. Sin embargo, reconoce que Onesíforo no se avergonzó de las cadenas de Pablo (v. 16) y le ayudó muchísimo. Mientras que muchos se avergüenzan otros siguen firme en el llamamiento.

            Pablo parece decir que Timoteo tampoco lo abandone, que no se avergüence (compara el v. 8). Si otros abandonan tú debes ser fiel.

 

CONCLUSIÓN

 

            Muchos pastores hoy en día están perdiendo la pasión por Dios y el evangelio. Muchos pastores se están avergonzando del evangelio, tienen temor, ya no lo hacen con convicción. Estos pastores necesitan recordar que “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio”.

            ¿Cómo está tu pasión por Dios?